Una prueba real para medir fuerzas
El Handbol Bordils, hundido en la parte baja de la tabla como el Viveros Herol, primera oportunidad de demostrar ante nuestro público las ganas que tenemos de mantenernos en la categoría.
Casi sin tiempo para dejar atrás el mal resultado y las malas sensaciones experimentadas en la cancha de Palma del Río, este miércoles regresa el balonmano al pabellón de Nava de la Asunción. Será en el partido correspondiente a la quinta jornada, en la que el Viveros Herol tendrá delante al Handbol Bordils, a las 13.00.
Un equipo que llega en circunstancias muy similares a las del equipo dirigido por Óscar Perales: parte baja de la tabla, cero victorias, pero un punto más, ya que ha conseguido empatar dos de sus cuatro encuentros. Una oportunidad para conocer cuáles son las posibilidades reales de ese objetivo de la permanencia que desde la junta directiva se marcó antes de que diera comienzo la temporada.
Ambos conjuntos deberán de competir, además del uno contra el otro, contra la ansiedad y, sobre todo las urgencias, de ver cómo van pasando las jornadas y tanto jugadores como grada esperan esos primeros dos puntos que llevarse a la boca.
El conjunto catalán, a pesar de lo que refleja la clasificación, es un equipo rocoso que cuenta con un sistema defensivo 6:0 complicado de penetrar. En facetas ofensivas los pilares sobre los que se asienta su sistema son el extremo derecho Josep Reixach y el lateral Dalmau Huix, canterano que ya la pasada campaña tuvo un papel principal en la primera plantilla.
Si Nava, esta vez sí, es capaz de mantener la concentración y evitar las jugadas de contraataque que tanto daño han hecho en la mayoría de los encuentros disputados hasta el momento, las opciones de victoria se multiplicarán de manera exponencial. Con un Antonio Llopis en el que la parroquia segoviana ha depositado buena parte de sus esperanzas como complemento perfecto ofensivo de Carlos Villagrán y la mejoría progresiva en las mismas tareas de Sergio García y Alexander Tello, el ataque parece ser el menor de los problemas.
El del miércoles no es un partido más, sino a oportunidad de demostrar con un equipo al que tratar de igual a igual que proyecto es sólido y las ganas de amarrarse a la División Honor Plata, firmes. Una victoria sería el primer ladrillo de un edificio que está costando empezar a levantar.
Club Balonmano Nava
