Si los partidos solo tuvieran segunda parte…
Una nueva falta de concentración en los primeros 30 minutos del partido provocan que el Viveros Herol, tras cinco jornadas, siga sin conocer la victoria esta temporada.
Contra el Handbol Bordils, tampoco. El Viveros Herol parece haber entrado en un bucle negativo en el que los resultados no llegan. Ni el juego en las primeras partes de todos y cada uno de los cinco partidos de Liga que se han disputado hasta el momento.
Los problemas comenzaron tras la disputa de los primeros ocho minutos, cuando el conjunto visitante empezó a despegarse en el marcador hasta conseguir una renta de seis goles (7-13) a falta de cinco minutos para llegar al descanso. Una diferencia que los naveros redujeron en un tanto (9-14) al término de los primeros 30 minutos.
O lo que es lo mismo: la ventaja obtenida por los hombres de Pau Campos fue insalvable para la reacción de los locales, que llegaron tarde. La falta de concentración en ese cuarto de hora largo fueron determinantes. Sobre todo porque Bordils circuló con mucha velocidad haciendo llegar la bola con facilidad a los extremos que no perdonaron ni delante de Samu Ibáñez ni con Alberto Miranda en portería.
Por el exterior derecho volaba Ignacio Moreno (5 goles) y por el izquierdo acertaba, con otros 5 tantos, Marc Combis. Ayudados por una de sus estrellas ofensivas, el lateral Dalmau Huix (4), ellos fueron los tres pilares sobre los que Bordils edificó su primera victoria en esta temporada en División Honor Plata.
Los chicos de Óscar Perales se arremangaron en una segunda mitad en la que la defensa sí estuvo a la altura de las circunstancias, pero no fue suficiente. No bastó ni esa solidez, que debiera de haber sido la aplicada desde el primer segundo, ni la rabia y el empuje del capitán, Carlos Villagrán (5) y la raza de Isma Júarez (8). Los veteranos trataron de echarse el equipo a las espaldas y remar contracorriente.
Con ello se logró llegar con vida a los tres últimos minutos y medio, cuando Antonio Llopis (2) puso el empate a 24 en el luminoso y la grada se volcó con su equipo. A falta de dos minutos y medio, en superioridad y un gol abajo, Alexandre Tello lanzó la bola fuera y las esperanzas de un nuevo milagro se esfumaron.
Al final, 24-26, y a pensar en el partido del sábado. Será cuando visitemos la siempre complicada cancha del Teucro de Pontevedra, cuarto en la clasificación general y que ayer ganó por cuatro goles a domicilio en Torrelavega.
Club Balonmano Nava
