Con tener portero no basta
El Viveros Herol sumó una nueva derrota en una cancha siempre complicada como lo es la del ARS Zumosol Palma del Río.
Sí, Alberto Miranda y Samuel Ibáñez fueron las dos únicas figuras que se salvaron de una tarde que el Viveros Herol debe de olvidar lo antes posible para levantar el ánimo. A ser posible habría que borrarlo antes del miércoles, cuando el pabellón navero vivirá una nueva mañana de balonmano ante el Handbol Bordils.
En ningún momento el equipo dirigido por Óscar Perales dio signos de poder sacar algo positivo de su visita a la cancha del líder de la División Honor Plata. No estuvo acertado atrás, con una defensa muy hundida en seis metros que dejaba libertad para el tiro desde ocho-nueve metros y penetraciones fáciles. Y en ataque estrellaba, hasta en las oportunidades de clara superioridad, la pelota contra Manu López.
Hasta el 4-4, resultado que reflejaba el luminoso en el minuto 5, hubo igualdad. Pero solo en el marcador. El conjunto local no dio síntomas de que el partido fuese a írsele en ningún momento. Agustín Casado, gran figura de los andaluces en la tarde del sábado, repartió juego en ataque y sumó a su cuenta personal 4 tantos más. Pero también supo fajarse en defensa.
Una seriedad a la hora de bajar y tratar de cortar el contraataque que no se vio en los naveros. Cada vez que se producía una pérdida atrás, Palma del Río corría y Miranda quedaba solo ante el peligro. Y, ojo, que tal y como decíamos al principio, si no fuese por él –y por los grandes minutos de calidad disputados en la recta final por Ibáñez- el marcador habría sido un escándalo.
Con todo y con eso, y ante la impotencia de un Antonio Llopis (3) y un Carlos Villagrán (3) que no tuvieron el día, dos de las nuevas figuras de este proyecto intentaron echarse el equipo a las espaldas. Uno de ellos, Alexandre Tello (5), que tiró de pundonor en varias fases con más pena que gloria. El otro, Sergio García (3), que probó suerte desde larga distancia e intentó combinar con Andrés Alonso en el pivote.
Ni ellos ni el acierto de 100% de Bruno Vírseda desde el extremo (3) fueron suficientes para ver cómo el Balonmano Nava se iba al descanso cuatro abajo (15-11) con Ismael Juárez (2) tirando fuera a tiempo cumplido un lanzamiento desde la línea de los siete metros, ni para maquillar el resultado final de 29-22.
Una de la claves estuvo en la desconcentración con la que el equipo salió de la caseta de vestuarios. El ARS salió en tromba en los primeros minutos de la segunda mitad. Rozando los cinco primeros de ese segundo periodo, los locales se ponían 20-13. Una renta de siete goles que fue demasiado como para que Nava, siquiera, soñara con la machada.
Después de cuatro jornadas en las que solo se ha sumado un punto –si bien es cierto que el calendario ha sido caprichoso poniendo en nuestro camino a los cocos de la categoría en estos primeros encuentros- el miércoles tenemos la primera gran prueba de fuego. El Balonmano Bordils, contra el que nos mediremos el Día del Pilar a las 13.00 en el Pabellón de Nava de la Asunción, llega con el casillero de victorias a 0, como nosotros. Un rival de nuestra entidad que nos podrá dar pistas de si hay opciones reales para permanecer en la categoría.
Club Balonmano Nava