No es un partido, es un derbi regional
El Viveros Herol BM Nava recibe este sábado a las 17 horas al Recoletas Atlético Valladolid, en un duelo de proximidad marcado por el buen momento de los naveros y por la histórica rivalidad entre ambos conjuntos.
Hay partidos que van más allá de los 60 minutos, y este es uno de ellos. El sábado a las 17 horas el pabellón Guerrer@s Naver@s, con arbitraje de Murillo Castro y Mendoza Roldán, acogerá el duelo regional frente al Recoletas Atlético Valladolid. Dos equipos que se conocen muy bien. De hecho, varios son los jugadores que han vestido las dos camisetas y por eso será un encuentro muy especial.
“Es un derbi regional y hay rivalidad con Valladolid. Hay jugadores que han jugado en los dos equipos y eso siempre le pone un aliciente especial. Un derbi siempre es un partido diferente, con un resultado incierto y tenemos que intentar aprovechar el hecho de jugar en casa”. Palabras del técnico Zupo Equisóain en la previa del encuentro.
La clasificación podría decir que el BM Nava es el favorito, ya que supera en tres puntos a los vallisoletanos, viene de ganar el último partido en Torrelavega -el Atlético Valladolid cayó en casa con Logroño- y en la clasificación el Viveros Herol es quinto mientras que el Recoletas es decimosegundo. Sin embargo, el entrenador navero no se fía y recuerda que es un partido diferente. “La clasificación dice que las cosas se están haciendo bien y la trayectoria positiva del equipo. Por méritos propios estamos donde nos merecemos. Con todo, ahora no pensemos en ganar dos partidos seguidos sino en ganar el siguiente partido”.
Otro de los pesos pesados del vestuario navero, el capitán Carlos Villagrán, reconoce que un derbi frente a Valladolid “está marcado por otros factores. Nos conocemos más y los dos intentaremos aprovechar los puntos débiles del contrario”. Por eso tiene muy claro que “tiene que ser una fiesta y que los puntos se queden en casa”.
En definitiva, que Nava tiene una cita este sábado. Un partido diferente, un encuentro especial, un compromiso donde la afición navera tiene que ser, una vez más, el sexto jugador que lleve al equipo a la victoria.
