El trabajo que no se ve
Carlos Navarro y Miguel Ángel Madrigal. Ambos son los médicos del club y realizan el trabajo invisible, ese que en muchas ocasiones no se ve en los equipos deportivos, pero que está ahí y es igual de importante que el que quizá tiene más visibilidad.
Miguel Ángel Madrigal, a la izquierda, y Carlos Navarro, a la derecha. Foto: Dani Pérez.
Cuando un jugador anota un gol, sabemos perfectamente quién ha sido. Cuando se pide tiempo muerto en un partido, todo el mundo conoce el nombre de la persona que lo ha solicitado. Pero, cuando un jugador se lesiona, posiblemente los aficionados no sepan quién está tratando a ese jugador y quién le está ayudando en su recuperación.
En el Balonmano Nava esas personas son Carlos Navarro y Miguel Ángel Madrigal. En el caso de Carlos, él nació en Madrid, pero su madre era de Nava de la Asunción, por lo que venía al pueblo cada vez que podía y, actualmente, se siente como un navero más. Siempre ha estado en contacto con el equipo de una manera u otra, pero fue en el año 2014, cuando el equipo ascendió a División de Honor Plata, el momento en el que Carlos pasó a formar parte activa del club como médico del equipo.
Por su parte, Miguel Ángel empezó su aventura en el Balonmano Nava el mismo año que Carlos, cuando un compañero suyo de trabajo y vecino de Nava de la Asunción le comentó que el equipo había ascendido y que necesitaban otro médico “ya que, para una persona, asumir esa responsabilidad se quedaba un poco corto.” Enseguida se sintió como uno más del pueblo: “Qué vamos a contar de Nava de la Asunción, es un pueblo genial, la gente es muy amigable, enseguida te aceptan, te abrazan… Y respecto al club, solo tengo palabras positivas hacia ellos.”
El día a día de ambos en el equipo consiste en estar pendientes de todos los entrenamientos, por si pasa algo, de las lesiones que se puedan producir… además de estar en contacto continuamente con Virginia Vírseda, que es la fisioterapeuta del club, y con el preparador físico, Guillermo Algorri. En los partidos de casa, Carlos y Miguel Ángel se van turnando para que haya siempre un médico en el pabellón.
Durante el Covid, ambos estuvieron al pie del cañón, haciendo test semanales a todos los jugadores de la primera plantilla y, en varias ocasiones, también a las categorías inferiores. En octubre de 2020, todos los jugadores del primer equipo dieron positivo y Carlos lo recuerda como uno de los peores momentos en su vida laboral: “Ese periodo fue muy duro, los jugadores estaban muy nerviosos y los familiares también estaban muy pendientes de lo que ocurría.” Para Miguel Ángel también fue un momento muy complicado: “Estuvimos muy pendientes de todos los jugadores y de todo el personal del club que necesitaba nuestra atención. Sí que es verdad que eso desgastó un poco, pero creo que Carlos y yo lo hicimos muy bien.”
Tanto Miguel Ángel como Carlos tienen muy claro que esta temporada el equipo va a lograr su objetivo. El primero ve que el club tiene una plantilla muy equilibrada y compensada, liderada por un Álvaro Senovilla “que fue el entrenador que estaba cuando comencé en el club y creo que va a conseguir el objetivo.” Para Carlos, volver a Asobal sería algo extraordinario y destaca el mérito que tienen tanto la directiva como los colaboradores y la gente que ayuda al equipo. “Yo espero ayudar en todo lo que pueda para volver a subir a Asobal. Para un pueblo como Nava, el tener un equipo en esa categoría no existe en otro lugar de España.”
