El Nava no mostró su mejor juego ante el Uharte

Los navarros llegaron a tener al conjunto navero contra las cuerdas.

Cada partido tiene su sintonía, y si la jornada anterior tocó hacer el mejor juego en León, en el de esta tarde del sábado en la cancha del Viveros Herol Nava salió algo diferente, no tan redondo pero sí lo suficientemente efectivo para seguir sumando puntos en casa.
Fue un partido animado musicalmente por la actuación del jovencito Grupo de Baile Moderno de Nava, y que comenzó con un conjunto local muy lanzado a marcar su total dominio. Lo consiguió llevando una diferencia al luminoso de hasta cinco goles en los primeros 15 minutos de juego. Después se bajó la intensidad defensiva, y con ello los navarros del Uharte cogieron su sitio en la cancha, aplicando un ataque de mucha movilidad en la línea de los seis metros hasta abrir hueco a una defensa que les ganaba en estatura. Así el coladero se hizo evidente por el centro con la intensidad de unos laterales como Míkel Etxebarría y Josu Longas, que culminaban con acierto sus lanzamientos dejando sin opción a los porteros naveros. A ellos se sumó también la efectividad del pivote José María y el extremo David Arguibilde.
La diferencia y el dominio del Nava poco a poco se fue reduciendo, y en el minuto 35 llegó la igualada a 19 goles, con lo que la situación se complicaba para el Viveros Herol que quedaba contra las cuerdas. Fueron minutos en los que los navarros lograron tener un gol a favor (21-22) viviendo su mejor momento en el encuentro, pero la reacción del Nava no tardó en llegar con dos jugadas terminadas en gol por parte de Darío Ajo y Jesús de la Hera, restableciendo las tablas en un marcador que de nuevo se volvió favorable para los locales con dos goles que Simón García marcó desde el punto de penalti.
Con ello el partido volvió al ritmo inicial, y el cuerpo defensivo que lideró Carlos Domínguez recuperó la intensidad, haciéndose más inaccesible para los visitantes. Ello también permitió alguna salida rápida al contraataque que sentenció Darío, y tres goles más en juego de posición que dieron un respiro ciertamente momentáneo, porque se produjeron varios errores que el Uharte aprovechó para acercarse otra vez peligrosamente cuando restaban menos de dos minutos para el final. Una buena intervención de Crístofer en la portería, y el fallo en el lanzamiento por el extremo izquierdo del navarro David Arguibide, fueron los últimos sustos porque no queda tiempo para arrebatar la victoria al Nava.
Así se llegó a un resultado que para el técnico del Uharte podría haberse zanjado con un empate, aunque se manifestaba satisfecho del juego realizado por su equipo a pesar de las bajas con que llegaban a Nava y una alineación de trece jugadores. Aún así sabían que eran un equipo incómodo para el Nava por la diferencia de corpulencia por lo que la consigna de su juego era “mover muy rápido el balón, cambiar rápido su dirección para buscar unos contra unos e intentar generar las exclusiones, ya que lanzar por arriba era imposible”, decía.

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