No todo es malo en las derrotas
Si el partido no se hubiese disputado y se hubiesen otorgado los dos puntos, directamente, al Balonmano Alarcos Ciudad Real, no hubiese sucedido absolutamente nada. Porque el Viveros Herol no encontró su sitio en ningún momento a lo largo de los 60 minutos de juego.
Un partido para olvidar y para esperar que, tan solo, estemos ante un desliz puntual que no haga avivar los fantasmas. Sin perder el ritmo, el equipo visitante se fue despegando, cómodamente y de manera paulatina, en el marcador hasta el 24-33 que reflejaba el luminoso al finalizar el encuentro.
Es cierto que al Balonmano Nava le faltaba una de las figuras fuertes en su ataque de los últimos partidos. Alberto Camino se unía a una lista de ausencias que están provocando que el conjunto no consiga de engrasarse para sumar o, al menos, competir de tú a tú con la mayoría de los equipos de la categoría, como se hiciera el año pasado.
Los goles iban cayendo en el saco local, sin que, primero Juan Carlos Cabada y, posteriormente, David de Diego, pudieran hacer nada. Y eso que la defensa sí que contaba con las dos torres que han sostenido atrás el equipo en tardes menos oscuras: Carlos Domínguez y Julián Rasero. Así que, mediado el primer tiempo, Álvaro Senovilla trató de paliar las oleadas ofensivas rivales pasando del sistema defensivo habitual, 6:0 a u 5:1 que no dio mejores resultados, llegando al descanso con un 10-17 que adelantaba lo que iba a suceder al finalizar el partido.
No todo fue malo, porque, hasta en este tipo de situaciones hay que buscar un punto de luz. Encontramos dos que nos invitan a ser optimistas: Ismael Juárez acertó hasta en 7 ocasiones de cara a gol, liderando el timorato ataque navero. Y cuatro veces lo hizo Guillermo Campillo, que, con el paso de los partidos y gracias a los minutos que le está concediendo Senovilla, cada día se encuentra más cómodo y nos invita a ser optimistas en cuanto a lo que puede aportar al equipo.
Los 70 manchegos desplazados para animar a su equipo, supieron agradecer el calor de la grada navera y citaron a nuestra afición para la vuelta. Porque nosotros, como ellos, sabemos que el balonmano es una fiesta. Pero también sabemos por lo que hemos forjado a lo largo de nuestra experiencia, que de las derrotas se aprende, se olvidan y se sacan el pecho y la cabeza.
La próxima cita, sin dejar que una mala tarde sea una losa, será el sábado 21 a las 20.30 en el vallisoletano pabellón Huerta de Rey. ¿Se puede? Sin duda: sí, se puede.
Club Balonmano Nava
