Los Guerreros Naveros se chocan contra la defensa y el portero vallesanos

El Viveros Herol Bm. Nava cae por 24-32 ante el Fraikin Granollers, en un partido en el que destacó la figura de Pol Sastre en portería.

El Balonmano Nava cayó con contundencia ante Granollers en lo que supone el fin de una buena racha de resultados positivos. Al menos, los rivales de la parte baja de la clasificación tampoco sumaron y todo se mantiene igual con una jornada menos por disputar. La derrota entra en el guion, pues los vallesanos demostraron por qué están luchando por el subcampeonato liguero.

Los nuestros empezaron con garra y personalidad, aunque Pol Sastre se encargó de dinamitar cualquier opción de los blanquirrojos en los primeros minutos. Antonio García y Sergi Franco, además, eran auténticos martillos pilones en la defensa local, por lo que las primeras rentas se iban para los visitantes.

Pese a ello, el Viveros Herol no tiró la toalla y se agarró al partido por medio de un buen Rodrigo Pérez y un sideral Darío Ajo, que cogía cualquier bola en los seis metros para, por primera vez, ponerse por delante en el electrónico. La actuación de Patotski también ayudaba a la remontada y obligaba a Antonio Rama a pedir el primer receso del choque.

El técnico se mostraba realmente enfadado en el tiempo muerto, lo que conseguía activar a los suyos, que del 12-11 pasaban al 13-16 con el que se llegaba al descanso. Esteban Salinas se convertía en una pesadilla para la zaga navera y no perdonaba desde la línea de seis.

Vujovic vs Pol Sastre / Foto: Dani Pérez

Al salir de los vestuarios, los Guerreros Naveros sufrieron una desconexión que parecía dilapidar, en un principio, cualquier opción de sumar algo positivo. En apenas seis minutos de la segunda parte, el luminoso marcaba un 14-22 realmente preocupante. La figura de Gassama, desde el extremo derecho y al contraataque, decantaba la balanza a favor de Granollers.

Pero Carlos Villagrán volvía a echarse a los suyos a las espaldas para, con dos goles, activar de nuevo a la hinchada. Junto al capitán, Yeray Lamariano conseguía intervenciones de muchísimo mérito para devolver la fe a los blanquirrojos. Entre el portero, el central y Paco Bernabéu, que aparecía con acierto en el extremo derecho, recortaban diferencias para quedarse a solo cuatro tantos.

Sin embargo, la figura de Pol Sastre volvió a hacerse gigante bajo los palos. El portero desbarataba cualquier intento de remontada de Nava, lo que espoleaba a los extremos vallesanos al contragolpe. Un nuevo parcial dejaba el marcador final en 24-32.