En Copa, tampoco.
Un Viveros Herol luchador, pero a remolque en el marcador todo el partido, se queda fuera de la Copa del Rey en primera ronda.
Adiós a las primeras de cambio. La tercera participación del Viveros Herol en la Copa del Rey de balonmano duró 60 minutos, los que tardó en caer ante su público en primera ronda contra el Barcelona B Lassa. Sí, el mismo rival que una semana antes se había llevado el botín de los dos puntos del pabellón navero, se fue de la localidad navera con el pase en esta otra competición.
Y es que, en ningún momento, el conjunto de Óscar Perales tuvo posibilidad real de llevarse el gato al agua. Es cierto que, a pesar de que el Barcelona llegó a estar hasta cuatro tantos por encima, el equipo local tuvo tramos en los que se vieron buenas combinaciones y síntomas de esa mejoría que, partido a partido, va dando esperanzas a la afición de la Tierra de Pinares de que es cuestión de tiempo que lleguen los resultados.
Lo primero porque Antonio Llopis sigue a lo suyo en tareas ofensivas, que es marcar goles con relativa facilidad. Hasta 8 veces logró meter la bola en la portería en la tarde del sábado. Tan sólo una menos que nuestros extremos, Bruno Vírseda (5) e Isma Juárez (4), que supieron aprovechar las situaciones de superioridad en las que les dejaron las posesiones largas con circulaciones de balón rozando el pasivo.
Quien no tuvo la tarde inspirada fue Samu Ibáñez. El portero llegado este año a la plantilla no se encontró cómodo durante los minutos en pista y Perales tuvo que echar mano del veterano Alberto Miranda al que, en buena parte, hay que agradecer que el resultado final tan solo fuese de dos abajo para Nava (30-32).
A él y al trabajo sólido de una defensa que parece estar recuperando las señas de identidad esenciales que nos llevaron en las dos campañas anteriores a mantenernos en División Honor Plata. Hasta el punto que, Víctor Tremps, quien fuera gran pesadilla para la zaga navera en Liga desde el pivote, solo consiguió acertar de cara a puerta en 3 ocasiones. Sin embargo, Joan Amigó aprovechó que la defensa navera se afanaba en que no le llegaran balones a Tremps y engrosó su cuenta goleadora hasta llegar a los 8 tantos.
Una vez fuera de la Copa, toca centrarse en empezar a sumar de dos en dos en la competición doméstica. El próximo reto llevará al Viveros Herol el sábado que viene hasta tierras andaluzas, cordobesas para ser más exactos, para medirse ante el Zumosol ARS Palma del Río.
Club Balonmano Nava
