El Viveros Herol BM Nava desaprovecha la ocasión de cerrar su clasificación para la siguiente fase
El equipo de Nacho González cae ante el Balonmano Chapela (30-28) y se lo jugará todo este domingo en la última jornada.
El Viveros Herol BM Nava desaprovechó una gran oportunidad de dejar cerrada su clasificación para la siguiente fase en la lucha por ascender a División de Honor Plata. Cayó ante el Paraxe Construcciones Balonmano Chapela (30-28) en un partido en el que empezó a acusar el desgaste de una competición tan exigente. No pudo mantenerse a la misma altura que el equipo gallego, que se ensañó con él al contraataque en la segunda parte y puso al rojo vivo esta fase de ascenso. Todo se resolverá en la última jornada de este domingo y hasta el Ereintza, que perdió también ante el BM La Roca (35-28) y lleva dos derrotas, tiene opciones de clasificarse. Para el Nava, que jugará este domingo frente al BM La Roca (12:30 horas), después de que lo hagan el Ereintza y el Balonmnano Chapela (10:30 horas), se ha torcido un poco esta fase de ascenso. Está empatado con un triunfo con los gallegos y tendrá que estar muy pendiente de lo que suceda en el otro partido del domingo y también de la diferencia de goles para saber si necesita ganar y por cuánto a los catalanes o le vale empatar.
Un ritmo vertiginoso de juego dio la bienvenida a su partido ante el Balonmano Chapela. Se sucedieron los goles en ambas porterías en un inicio en el que los dos equipos salieron muy concentrados. Obligado a ganar después de la derrota sufrida en la primera jornada, el Balonmano Chapela no reservó absolutamente nada y martilleó la portería de David de Diego. Pablo Vidal condujo sus primeros ataques y le rearmó de confianza tras la decepción del día anterior. En el Balonmano Nava, Roberto Pérez se mostró muy decidido desde el principio, aparcó cualquier atisbo de dudas y lideró el juego de ataque de los suyos con la calidad que se le supone.
Los árbitros no permitieron al equipo gallego que se excediera en la agresividad de su defensa y le señalaron varios siete metros en los primeros minutos. El Nava sobrellevó el arranque de encuentro gracias a esas acciones puesto que en el juego estático estuvo espeso y desacertado en la selección de tiro. Roberto Pérez se diluyó después de su buen comienzo y esta vez, Carlos Villagrán lo tuvo más difícil para dar auxilio a su equipo.
Además, Darío Ajo, que había sido un recurso magnífico en el primer partido, tardó once minutos en aparecer, desdibujado por la potencia física de los gallegos en el centro.
Pasado el ecuador del primer periodo, el Balonmano Chapela presumía en el marcador y en el juego de estar más a gusto que su rival. Construía sus ataques con finura y tenía en su extremo izquierdo, Chema Cid, el mejor apoyo para finalizar sus jugadas. El Nava tuvo la virtud en esos momentos de resistir sin que la desventaja en el marcador fuera nunca mayor de un gol. Aunque seguía sin encontrar la fluidez en su juego, el equipo de Nacho González se mantuvo sujeto al partido gracias a la aportación goleadora de Darío Ajo en el pivote y de Roberto Pérez en el exterior.
No funcionó el juego con los extremos. Jesús de la Hera apenas agarró balones, y Bruno Vírseda se estrelló en varios intentos con el portero del equipo gallego. A pesar de ello, este último fue el responsable con dos goles de que su equipo se fuera con un solo gol de desventaja al descanso. Prueba del desconcierto reinante en los naveros en el primer periodo fue que a escasos diez segundos del descanso, un ataque a su favor que podía ponerle por delante se convirtió en un robo de balón y en un gol de los gallegos para cerrar la primera parte.
No mejoró el panorama en la segunda parte. Darío Ajo no apareció a la salida de los vestuarios y el ánimo del Nava se resintió. Todos los ataques pasaron entonces por Roberto Pérez, que es muy bueno pero también tiene derecho a fallar. El Chapela le endosó un parcial de 3-0 en los primeros cinco minutos que hizo a toda Nava de la Asunción. Una exclusión en el cuadro gallego dio aire a los naveros para seguir vivos en el partido.
David de Diego regresó a la portería, ocupada por Crístofer durante el primer ecuador del segundo periodo, y también volvió a aparecer por la cancha Darío Ajo. No fue suficiente, sin embargo, para frenar una sangría que se fue hasta los cinco goles a trece minutos para el final del partido. El Balonmano Chapela le mató al contraataque y en especial su número ‘3’, Chema Cid, que se hinchó a marcar goles en transiciones. A pesar de la lucha por reaccionar de los naveros, los últimos minutos les pusieron las cosas más difíciles se fueron de cinco goles con lo que ello puede suponer para el ‘goal average’ en caso de empate a puntos al final de esta fase de ascenso.
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