Dejar que los niños se acerquen al Balonmano
En Nava de la Asunción, los chavales piden la camiseta de Velasco y Aginagalde.
La historia se puede contar en dos partes. La primera, en Nava de la Asunción, donde desde hace tiempo el Balonmano se ha convertido en el deporte rey en esta localidad segoviana. El equipo juega en la Pirmera División Nacional, Grupo D y, en la actualidad, ocupa la segunda plaza de la clasificación general, con muchas papeletas, casi todas, para acceder a la Fase Final de ascenso a la Plata masculina.
En Nava, la afición por el Balonmano se masca en cada esquina. Allá donde vaya a jugar el equipo, muchos seguidores acuden. Fuimos testigos de cuando jugaron contra B Madrid, en el pabellón de Entrevías, atestado de aficionados segovianos.
Por otra parte, el club acaba de crear una nueva WEB para que su masa social no sólo respire Balonmano, sino que también lo mastique.
Sin embargo, lo más importante es que se ha sembrado en las fuerzas jóvenes de Nava. Hace unos días, un bus se desplazó a Madrid, con seguidores para contemplar el partido del Atlético Madrid ante Fusche Berlín.
En el Palacio Vista Alegre se vieron bufandas del Bm Nava Viveros Heriol. De todas las edades.
Y la segunda parte de esta historia la centramos, precisamente, en Madrid, en la noche del Miércoles pasado. Allí, en un tendido bajo, con los codos bien apretados y los ojos muy abiertos, estaba un niño. Jugaba el Atleti contra Naturhouse la Rioja. Y en el equipo de Logroño, un jugador, apedillado Velasco, natural de Nava de la Asunción.
Sí, un niño, rodeado de sus familiares y debajo del chaval, un papel, en el que se leía: «Velasco. Soy de Nava. Tu camiseta». El nombre es lo de menos; los apellidos no nos interesan. Lo que si importa es esa mirada clara y limpia del chaval, que podría estar con la play station, pero no, estaba en una plaza de Balonmano. Y ¿sabéis por qué? Porque el balonmano es de todos y para todos.
Eso es hacer cantera. Enhorabuena a todos. También a Aginagalde, que se acercó al finalizar el partido. No, no tiró la camiseta, porque esto no es «Furbol», pero si se quitó su muñequera.. Qué bonito es así este deporte.