Primera victoria y el camino a seguir
En el deporte, hay rachas. Y, parece, por fin hemos encontrado nuestra racha positiva. Tras el empate hace una semana en casa en Liga y, días después del pase a octavos en Copa, llegó esa primera victoria en Plata esta temporada, que tanta falta nos hacía para alejar fantasmas. Porque, efectivamente y como algún tuitero nos recordaba el sábado, era imposible que se nos hubiera olvidado ganar de la noche a la mañana.
Hubo que arremangarse en defensa para compensar los fallos en ataque de los minutos iniciales y los movimientos del que fue el mejor de la tarde por el bando de Covadonga: Carlos Prendes. Su corpulencia y los movimientos desde el pivote cuando ganaba la posición en seis metros, eran imposibles de neutralizar. Poco a poco, con Julián Rasero y Carlos Domínguez como figuras defensivas más destacadas, la defensa de Nava ajustó y consiguió jugar como un bloque, logrando basculaciones perfectas que desesperaban al equipo local, incapaz de fisurar el muro.
Para que nos hagamos una idea del excelente trabajo atrás, Covadonga, en su cancha, tan solo pudo marcar 8 tantos en toda la segunda mitad. En parte también por el trabajo excelente de Alberto Miranda que viene a demostrar que, salga quien salga bajo palos, el Viveros Herol tiene en la puerta uno de los puestos mejor cubiertos para esta campaña.
Yendo más allá, la mayor amenaza ofensiva para Nava era la del ausente en la primera ronde de Copa: Víctor Álvarez. La jornada anterior, ante Zarautz, había marcado 14 de los goles de su equipo. Este sábado, se marchó a 0 y expulsado a falta de 10 minutos por un manotazo en la cara a Rasero fruto de la desesperación por el excepcional trabajo defensivo del navero.
Al descanso el marcador era de de empate a 11, dando muestras de que, si bien no iba a ser fácil, esta vez sí que era factible volverse a Nava sumando dos puntos por primera vez desde que comenzara la temporada. Si hay algo a lo que nos estamos acostumbrando, es a los marcadores parejos y a la brega, permitiendo que, cada punto que se suma, sepa a gloria por el esfuerzo que supone.
En ataque, a Nava le sigue costando acertar y fueron dos de sus grandes figuras, las que llevan tirando del marcador en los últimos partidos a base de mucho contacto y perseverancia contra las defensas rivales, quienes se pusieran el mono de goleadores para contribuir a la victoria. Carlos Villagrán con cinco goles e Ismael Juárez con seis, volvieron a liderar un ataque al que aún le faltan ajustes. Parece que la segunda línea sigue intentando ajustar en punto de mira.
A falta de dos minutos, con el marcador muy ajustado, apareció Guillermo Campillo para poner la tranquilidad con un 18-21 que, en la última jugada, con el tanto marcado por Miguel Paraja, acabó por frenar el marcador en un 19-21 más que merecido.
Una vez encontrada la senda correcta, solo cabe esperar sacar algo positivo del partido aplazado contra el Balonmano Bordils, que disputaremos en casa, y que nos permitiría coger aire y ocupar, por primera vez este año, una posición cómoda a mitad de la tabla.
Club Balonmano Nava
