Gran comienzo del Viveros Herol Bm. Nava en el estreno liguero
El equipo de Zupo Equisoain vence 31 – 22 a Frigoríficos Morrazo gracias al gran ritmo impuesto durante todo el partido.
Los nervios del primer partido de la competición, las ganas de agradar de los nuevos fichajes, la grada al 75% de ocupación, no dio tiempo en pensar en nada de eso cuando los colegiados pitaron el inicio del encuentro. Un ritmo vertiginoso por parte de los dos equipos, idas y venidas de un lado al otro del 40×20. Tanto era así, que cada parada o pérdida se transformaba en gol a la contra al instante.
Los primeros minutos se basaron en constantes alternancias en el marcador, fruto de las rápidas transiciones de ambos equipos, con Daniel Fernández, por parte de Frigoríficos Morrazo, y Rodrigo Pérez (9 goles), por parte de Viveros Herol Bm. Nava, como los encargados de hacer subir los tantos de sus respectivos equipos en el luminoso. Pero a partir del minuto 10 de partido apareció una figura clave, “el pulpo” Patotski (48,72 %), quien firmo paradas de todos los estilos, desde 9 metros, contraataques, a los pivotes, y con cada parada la grada aumentaba su emoción. Sumado a las ganas de volver a la tribuna, el ritmo de los jugadores, que Zupo no permitía relajar en ningún momento, y que el Viveros Herol Bm. Nava comenzaba a coger distancia en el marcador, el partido se estaba convirtiendo en el disfrute de la afición navera.
Poco a poco, el equipo se fue asentando más en el partido, con defensas muy intensas por parte de dos de los nuevos, Carró y Tsanaxidis, que hacían que no fuese fácil pasar de los 8 metros. Las pérdidas se fueron reduciendo, pero Prokop seguía con la sexta marcha puesta, explotando el uno contra uno y generando espacios a sus compañeros. ¿Y quién salía beneficiado de esta situación? nuestro “cannoniere”, Nicolo D’Antino, desde el extremo.
Gracias al ritmo impuesto por todo el equipo, tanto en ataque como en defensa, donde se controló muy bien los intentos de David Iglesias, se llegó al descanso con una ventaja que ya acumulaba 6 goles para el Viveros Herol Bm. Nava (17 – 11).
Tras la reanudación, se mantuvo el mismo guión, hasta que varias imprecisiones seguidas, añadido a las exclusiones casi seguidas de Jakub Prokop y Nicolo, y aciertos en la portería visitante, hicieron que mediada la segunda parte la renta se redujera a 4 goles. Fue ahí cuando Zupo dio entrada a un protagonista inesperado, Tomás Smetanka, jugador de 19 años que llegó como inversión de futuro y para ayudar al equipo filial en su estreno en Primera Nacional, pero que tras dos semanas entrenando, ya ha tenido la oportunidad de debutar con el primer equipo. Todo la grada estaba pendiente entre conocer quién era ese jovencito y cómo sería jugando. Pronto se despejaron las dudas, primera acción, finta y balón a la red. Menudo desparpajo.
El Viveros Herol retomaba los 6 goles de ventaja y con la tarjeta roja, por acumulación de exclusiones, de Alberto Martín, se mantenía la superioridad que había estado presente durante prácticamente todo el encuentro. Minutos finales en los que se volvía a oír la alegría de la afición, coreando cada acción de sus Guerreros Naveros, hasta que con 31 -22 los colegiados hicieron escuchar el pitido final.
Comienzo muy importante para la confianza del grupo y olvidar, por lo menos de momento, los fantasmas del año pasado.