Destapa el tarro de las esencias y logra un triunfo histórico
El Viveros Herol Bm. Nava derrota por 31-29 al Atlético Valladolid y debuta en la Liga Asobal con victoria.
Fiesta del balonmano la que vivimos en Nava de la Asunción. Tras unos primeros compases de tanteo entre ambos contendientes, era el Atlético Valladolid el que disfrutaba de rentas de dos y tres goles. El acierto de sus laterales, unido al alto ritmo que imponía Adrián Fernández en la dirección, dejaban a los nuestros sin posibilidad de poder igualar la contienda.
Emergió la figura de Eduardo Fernández, cuatro de cuatro en la primera mitad para el leonés, que daba aire a los Guerreros Naveros desatascando el ataque con una amplia variedad de recursos técnicos en el lanzamiento. Carlos Villagrán, quien por cierto marcó el primer gol del Club en la Liga Asobal, dejaba muestras de su clase desde el centro, pero sus dos compañeros, Rodrigo y Agustín, no estaban finos de cara a puerta, lo que notaron en exceso los de Daniel Gordo, que se iban al descanso con una desventaja de tres tantos.
Tras la reanudación, la euforia del 2-0 de parcial dejaba paso a la calma, ya que los Gladiadores Azules de nuevo cogían las riendas con la incursión de su “cerebro”. Diego Camino demostraba el porqué es capital en la ciudad del Pisuerga.
La dirección técnica había apostado en el descanso por la entrada de Ernesto Sánchez en portería. Y no se equivocaba. El madrileño comenzó dubitativo, pero conforme pasaban los minutos, se vino arriba espoleado por una afición incansable que dio hasta el último aliento. Oleg Kisselev se convertía en el bastión defensivo para frenar la envergadura del inmenso Robin Dourte, sobre todo cuando Álvaro Rodrigues llevaba dos exclusiones. Oleg se emparejaba con Andrés Alonso para formar una sociedad sin fisuras.
¡Vaya dos jugones se han juntado!
Con el choque igualado, los Guerreros Naveros aún tenían un as en la manga. Entonces, Rodrigo Pérez y Agustín Casado abrían el tarro de las esencias. La defensa blanquiazul entraba en barrena con la rapidez de Rodrigo. Desde el lateral izquierdo, el 15 encontraba las vías de escape para combinar con Agustín e inventarse un sinfín de goles inverosímiles. Casado no quería ser menos y empezaba a gustarse. Con su habitual gol de puerta a puerta, se desataba para dejar a todos boquiabiertos con un disparo más propio de una partida de bolos que de balonmano, que se colaba por el único resquicio que había libre en la meta defendida por César Pérez.
Un carrusel de exclusiones provocaba los nervios en la grada. Eduardo Fernández tranquilizaba a las huestes con su sexto gol y, al mismo tiempo, con un grito de rabia, encendía los ánimosde la afición navera, que ya no pararía de apretar hasta la conclusión del choque. Nicolo D´Antino, “El Tano”, no fallaba en la definición. Y Ernesto, ¿qué decir de Ernesto?, magistral en el arco, dejaba las últimas intervenciones de un día histórico: El Viveros Herol Balonmano Nava conseguía su primera victoria en la máxima categoría del balonmano nacional.
31 – Viveros Herol Nava: Lamariano (Ernesto); Baptista, Fernández (6),
Seabra, Casado (7), Virseda, Dario Ajo Villarraso (2), D’Antino (4), Villagrán (3), Pérez (7), Dario Ajo Martín, Alonso, Llopis (2), Rosales, Kisselev.
29 – Recoletas At. Valladolid: Calle (César Pérez), Diego Camino (4), Nico López, Turrado, Dani Pérez (2), Fernández (2), Río (4), Patrianova (2), Álvaro Martínez (1), Miguel Martínez), Roberto Pérez (2), Dourte (2), Serrano (4), García (2), Rodríguez (4).
