Inyección de autoestima
El Viveros Herol BM Nava olvida los últimos tropiezos con una victoria en Tenerife
Partido difícil el disputado este fin de semana por el Viveros Herol BM Nava en tierras tinerfeñas. Si se echa un vistazo a la clasificación, a priori el partido debía de ser fácil ya que la diferencia entre ambos equipos era más que evidente, al enfrentarse el segundo clasificado contra el colista. Pero nada más lejos de la realidad. El entrenador navero, Nacho González, resumía gráficamente cómo había sido el partido: «Ganar fuera de casa cada vez es más difícil. Tengo que dar la enhorabuena a todo el equipo por el gran esfuerzo realizado».
El partido comenzó con una excelente jugada en ataque de los naveros: una circulación de balón perfecta que culminó en gol. Pero a partir de ahí, tras varias perdidas de balón que propiciaron los contragolpes locales y un par de jugadas, el BM Tenerife Puerto Cruz tomó una renta en el marcador de 7-2 que obligó al entrenador del cuadro navero a pedir tiempo muerto para dar nuevas instrucciones e intentar frenar la buena racha de los locales. Y surtió efecto, porque a partir de ese momento la defensa navera –con Carlos Domínguez a la cabeza– se convirtió en un muro infranqueable para los tinerfeños, que vieron cómo una y otra vez sus ataques fueron neutralizados y se convirtieron en ataques de los naveros que terminaron en gol. Estos consiguieron así un parcial de 0-5 que puso las tablas en el marcador 7-7 (min. 14), obligando esta vez al entrenador tinerfeño, Antonio Espinosa, a solicitar tiempo muerto.
Con el marcador igualado, los porteros, Ángel Blas en el BM Tenerife Puerto Sur y David de Diego en el Viveros Herol BM Nava, tomaron el protagonismo. Ello unido a los rápidos contragolpes y algún que otro fallo en defensa convirtió el partido durante unos minutos en un 'correcalles'. Con 11-11 en el minuto 21 y tras una buena circulación de balón por parte de Roberto Turrado e Ismael Villagrán, los colegiados pitaron un siete metros a favor de los naveros, que les puso por primera vez por delante gracias a la ejecución de Bruno Vírseda. Sin embargo, el desacierto se volvió a apoderar del juego y de nuevo el portero tinerfeño detuvo un penalti y varios ataques, y el Viveros Herol no se pudo ir con una ventaja mayor al descanso (13-14).
En la segunda parte, con el habitual cambio en portería, Crístofer Gómez continuó la buena labor de David de Diego y se unió al día de los porteros, ya que si Ángel Blas paraba, él también. El equipo navero ya no perdió nunca la delantera en el marcador,